22 de Marzo de 2019
Fuente: infotiti.com
Publicada recientemente en el Journal of Neurolology, Neurosurgery and Psychiatry, la investigación se enfoca en la exposición frecuente de los trabajadores a productos de la combustión y partículas nocivas.
Para comprobar si esta situación puede aumentar el riesgo de desarrollar ELA, se llevó a cabo un estudio poblacional a gran escala. Incluyó 1557 pacientes y 2922 controles de los tres países involucrados.
Durante análisis se obtuvo información detallada con respecto al nivel educacional, los hábitos y la historia laboral de los participantes utilizando un cuestionario.
Los autores emplearon matrices de exposición ocupacional para evaluar si estas personas habían tenido contacto con sustancias que pudieran considerarse nocivas a largo plazo.
Entre las valoradas se encuentran: sílice, asbesto, animales y residuos de motores diésel. Los valores fueron incluidos en un análisis estadístico de regresión para determinar su relación con la enfermedad.
Según Visser y sus colaboradores, los resultados sugieren que los trabajadores expuestos con frecuencia al sílice corren un mayor riesgo de padecer Esclerosis Lateral Amiotrófica. La probabilidad no parece depender de su edad, género, hábitos y educación.
El sílice cristalino respirable puede encontrarse en los procesos de producción de vidrio, cemento, cerámica y otros productos. Estas partículas son capaces de pasar de los pulmones al flujo sanguíneo y alcanzar el cerebro.
Algunos estudios han indicado que el sílice podría aumentar el stress oxidativo y la activación de la microglía cerebral causando inflamación. Sin embargo, ésta es la primera vez que se presume su asociación con ELA.
Se cree que el estrés oxidativo y la neuroinflamación son algunos de los factores bioquímicos que contribuyen al desarrollo de esclerosis lateral amiotrófica. Teniendo en cuenta que también se considera que el componente genético juega un rol esencial en el riesgo de padecer ELA, se necesitan nuevos estudios para aclarar cómo ocurre la interacción sílice-genes.
Esta investigación poblacional abre una nueva línea de estudio para la comprensión de los mecanismos de aparición de la ELA. Esperemos que los esfuerzos de los científicos nos lleven a encontrar tratamientos más efectivos para esta enfermedad neurodegenerativa.