28 de Enero de 2019
Fuente: infotiti.com
La metilcobalamina es una forma de vitamina B12 que lleva más de una década siendo investigada en Japón como posible tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Recientemente se han publicado en la revista J Neurol Neurosurg Psychiatry los resultados de un ensayo clínico de fase II/III que sugieren que el compuesto podría no ser efectivo en todos los pacientes, pero sí en un subgrupo, aquellos en fases tempranas de la enfermedad.
Hay que tener en cuenta que mientras más tarde se interviene, menos neuronas motoras inferiores funcionales quedan. De hecho, se considera que buena parte de los fracasos en los ensayos clínicos con fármacos para esta enfermedad se deben a que se han evaluado en pacientes con varios años de evolución.
En el ensayo participaron un total de 373 pacientes que fueron divididos en tres grupos. Un grupo recibió una sustancia placebo, el segundo 25 mg de metilcobalamina dos veces por semana y el tercer grupo 50 mg del fármaco, también dos veces por semana. La administración del tratamiento fue por vía intramuscular y este tuvo una duración de 182 semanas.
Se evaluó en todos los grupos la ocurrencia de dos eventos fundamentales: la necesidad de soporte ventilatorio ≥22 horas al día o el fallecimiento.
Además, se evaluó el cambio en la escala ALSFRS-R, un instrumento estandarizado que mide la progresión de la enfermedad.
Los investigadores observaron que en general no había diferencias en la evolución de los tres grupos de pacientes. Con lo cual, en ese primer análisis, la metilcobalamina no parecía marcar ninguna diferencia en relación a la supervivencia o el avance de la enfermedad.
Sin embargo, un análisis posterior reflejó que en los pacientes que iniciaron el tratamiento con esta forma de vitamina B12 durante el primer año después de haberse detectado los primeros síntomas, se retrasó la ocurrencia de los eventos evaluados (anteriormente descritos) y disminuyó menos la puntuación del ALSFRS-R.
También se observó que estos efectos eran más notables en quienes habían recibido las dosis más altas de metilcobalamina, una relación que habla a favor de su posible eficacia para este subgrupo de pacientes.