4 de octubre de 2012
Fuente: www.lne.es
Oviedo, Eduardo GARCÍA
Fue una manifestación nutrida, ruidosa y llena de simbolismo, comenzando por los atuendos negros que llevaba la mayoría de congregados. Así están las cosas. Las asociaciones de la discapacidad tienen que salir a la calle en Asturias para denunciar el derrumbe de los programas, los retrasos en el pago de subvenciones, la deuda de la Administración y el peligro de quiebra en la atención a miles de personas con discapacidad y a sus familias.
Oviedo fue ayer escenario de una movilización singular por el perfil de quienes protestaban y por la presencia pública de un sector tradicionalmente callado. Desde la estación de Renfe hasta el edificio de la Presidencia de Gobierno, cientos de personas recordaron al unísono que «los recortes perjudican gravemente la salud» y que «recortar en discapacidad es recortar en dignidad».
La situación es ésta: la Administración regional debe a las asociaciones que componen el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, CERMI Asturias, unos 4 millones de euros, cantidad destinada a las asociaciones para sufragar servicios como comedor y transporte, entre otros.
La paralización de este pago hace que un número indeterminado de trabajadores de atención a la discapacidad no cobren desde mayo, como ayer denunciaba una de las pancartas de la manifestación. Pero siguen trabajando. Sin embargo, el copago que aportan los beneficiarios de centros de día o residencias sigue funcionando . Es decir, la Administración cobra por ello.
Pero, además, los 600.000 euros presupuestados por Bienestar Social para la financiación en 2012 de determinados programas de atención a la discapacidad ni han llegado ni se les espera a corto plazo. Ni siquiera salió la convocatoria, que parece inminente, y estamos a tres meses del final del año. Fuentes de FEAPS, una de las principales asociaciones del CERMI, calculan que el cobro llegará en la primavera de 2013.
Se trata de un retraso endémico que se viene produciendo año tras año, aunque cambie el signo ideológico del Gobierno. En el año 2011, con mucho retraso (la convocatoria se publicó en el BOPA en ¡diciembre!), se repartieron 900.000 euros. Para 2013 se intuye más tijera.
Casilda Sabín, gerente de la Federación de Asociaciones para la Integración de las Personas con Discapacidad Intelectual (FEAPS), calificó la situación de «tremenda, una vergüenza»; aunque Asturias no es la peor parada porque «la situación de comunidades como Castilla-La Mancha, Andalucía y Cataluña ya no tiene nombre». Desde FEAPS lamentan que «a la Consejera la vemos poco. En Bienestar Social son amables, se quejan de que no hay dinero y no se comprometen a nada».
Enfrente, un colectivo vulnerable y olvidado. «De los dependientes nadie está pendiente», certificaba una pancarta ayer. El movimiento de la discapacidad en Asturias engloba a unos 25.000 asociados. El CERMI agrupa a ocho grandes colectivos, entre los que está la propia ONCE. Tan sólo FEAPS incluye unas 30 entidades por toda Asturias, con 7.000 asociados, unos 3.000 usuarios y unos 250 profesionales que trabajan en la atención directa a la discapacidad.
El vicepresidente del CERMI, José Luis Crespo, fue el encargado de leer el comunicado que ponía fin a la manifestación de ayer y que minutos antes había sido entregado en mano al presidente del Gobierno asturiano, Javier Fernández.
«Los recortes en los Presupuestos de 2012 son inasumibles y los que nos anuncian para 2013, pésimos y lamentables. El Gobierno se equivoca profundamente al no atender de forma adecuada las necesidades» de este colectivo. Para los convocantes, «la reducción del presupuesto para discapacidad y dependencia no va a resolver las cuentas públicas y, por el contrario, da lugar a un gran daño social casi irreparable». El comunicado señala por último que «el movimiento asociativo de la discapacidad se encuentra en una situación catastrófica de emergencia».